Al menos 26 personas murieron luego de que una serie de fuertes tornados arrasaran partes del sur y centro-norte del país.
Los tornados se abrieron paso a través de Little Rock, la capital de Arkansas, destruyendo vecindarios y un centro comercial.
Los funcionarios de la ciudad expresaron que más de 2,600 inmuebles estuvieron en la trayectoria de la tormenta.
Casas y edificios quedaron destrozados en al menos ocho Estados. Nueve de las muertes ocurrieron en un condado de Tennessee.
El resto de los fallecidos se distribuyeron entre Arkansas, Indiana e Illinois.
Más de 200 mil usuarios se quedaron sin electricidad.
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