Por primera vez desde la pandemia del COVID-19 los agentes de la MTA estarán fuera de la zona de confort en las cabinas y su propósito será asistir al público, cuidar de la limpieza, además de velar por la seguridad.

“Sí, ahora sí está bueno para ayudar a uno. Unos están encerrados ahí y uno no sabe cómo sacar o recargar tarjetas y están adentro", dijo el usuario Alfredo Prudente.

La idea de que los usuarios tengan un contacto directo con los trabajadores comenzó el jueves y la Autoridad Metropolitana de Transporte espera que los agentes ayuden al público con direcciones, el uso de las máquinas que recargan tarjetas de pago, den información sobre servicios de trenes y respondan a cualquier emergencia que pueda ocurrir.

“Bueno, me hace sentir más segura sabiendo que ellos están aquí para ayudarnos", dijo Leslie González.

-¿Qué tipo de ayuda le pedirías a ellos?

“Más que todo en qué dirección va el tren, porque siempre ando un poquito confundida, pero eso sería todo". 

La iniciativa ha sido bien recibida por millones de personas que utilizan el subway semanalmente en la ciudad, argumentando que habrá un trato más cortez y directo que cuando tenían que afinar el oído para poder escuchar y entender de detrás de un cristal.

 

 

Pero el beneplácito viene acompañado por una inquietud entre usuarios como un común denominador: la seguridad física de los 2 mil 300 que trabajan en la ciudad.

“No sé qué tan preparados están, qué tan seguros están”, se preguntó Enrique Peña.

Alejado de la cámara, un agente hispano de turno en la estación de Union Square comentaba que por supuesto le preocupa su seguridad debido al crimen en el subterráneo. Algunos han recibido entrenamiento de una semana pero aún no todos, dijo, incluido él mismo.

“Dependería de la hora, creo yo. Dependería de la situación. Dependería de la estación", agregó el usuario Peña.

En efecto, hay terminales más concurridas que otras y más frecuentadas que otras por personas descritas como de “comportamiento errático” con presencia policial, por ejemplo.

Los agentes ferroviarios recibirán un dólar más la hora por llevar a cabo este servicio al cliente personalizado. Un esfuerzo más por aumentar ingresos, mitigar el déficit fiscal de la MTA, sin que haya despidos.