Frustración y desesperación sintieron muchos padres cuando una nevada en rápido movimiento paralizó la ciudad el jueves. Algo tan rutinario como que los buses escolares llevaran a sus hijos a casa, se convirtió en caos.
"Estaba bien preocupado porque yo estaba en el trabajo, estaba en Brooklyn, que es como a 12 millas de donde estaba mi hija", expresó este padre de familia.
Jimmy Correa fue uno de los tantos padres que sufrieron el que sus hijos estuvieran atrapados en autobuses escolares que estaban averiados, atascados en el tráfico o fueron forzados a tomar rutas desconocidas.
En su caso, el autobús donde viajaba su hija Olivia Correa, de 12 años, sufrió un accidente en Staten Island.
"Puso los frenos pero no pudo parar el autobús y parece que el autobús siguió, siguió y dio al poste", detalló Correa al referirse al incidente.
Afortunadamente del accidente nadie resultó herido. Todos los estudiantes fueron recogidos por sus padres casi una hora después del accidente, menos Olivia.
De acuerdo con Correa: "El accidente pasó a las 3:45 de la tarde. La hija mía estuvo en el autobús hasta las 6:15, 6:20, que yo fui para el sitio para recogerla.
Por su parte, Olivia asegura que estaba preocupada y tenía miedo porque empezaba ya se había hecho de noche y era la única estudiante en el bus. Tenía frío y hambre y nadie le ofreció algo de comer.
Unos 700 autobuses escolares de la ciudad estuvieron atrapados en el tráfico como resultado de la tormenta de nieve. Según el canciller de educación, Richard A. Carranza, el último estudiante en llegar a su casa lo hizo a las 3:00 am.
"Algunos camiones estuvieron tardados hasta dos horas, otros camiones tardaron entre dos y cinco horas. De los que estamos muy agradecidos es de que los estudiantes llegaron a casa bien y sanos", expresó Carranza en una conferencia de prensa.
Tras la nevada, en la mañana del viernes no hubo autobuses suficientes para apoyar las excursiones escolares y las actividades después de la escuela fueron canceladas por el Canciller de Educación.